04 Sep ¿Son convenientes los juegos electrónicos?
El éxito masivo de los juegos electrónicos desde finales de los años ochenta se podría explicar en función de varias vertientes. Indudablemente, constituye una importante forma de ocio en nuestra sociedad que está estrechamente relacionada con el desarrollo tecnológico que estamos viviendo. Además, debemos tener en cuenta el componente de carácter psicológico que explica el gran atractivo que ejercen los juegos electrónicos sobre los niños, puesto que, principalmente, lo que determina su éxito viene a ser común a la mayoría de los usuarios.
Cualquier forma de comportamiento se caracteriza por la consecución de una serie de metas, que en Psicología del Aprendizaje se denominan Reforzadores. Así pues, esta forma de juego plantea unos reforzadores que pueden explicar su introducción masiva dentro de los hábitos lúdicos de muchos jóvenes y niños. La mayoría de estos juegos, además de tener una meta clara, conectan con las expectativas del jugador, incluyen diferentes niveles de dificultad (lo que hace que aumente la motivación), y permiten un feedback que resulta fundamental en la adquisición de aprendizajes complejos, puesto que todas las acciones son seguidas de una consecuencia o existe un sistema de puntos que ayuda a saber si se ha actuado correctamente o no. Si también incluyen información oculta que se revelará progresivamente al jugador, o emplean elementos de fantasía con audio y vídeo, el interés aumenta, del mismo modo que lo hacen los reforzadores que mantienen la atracción sobre esta forma de ocio.
Por otro lado, este tipo de juegos pueden proporcionar un sentido de control y constituir una forma de aprendizaje y de entrenamiento para futuras actividades. Es más, pueden promover y desarrollar la coordinación óculo-manual y enseñar habilidades específicas de visualización, matemáticas y lenguaje. Los niños adquieren también estrategias para «aprender a aprender» y aplicarlas en materias de estudio e iniciarse en los requisitos de la informática.
Los niños que utilizan la informática a una edad temprana tienen la ventaja de crecer con la tecnología y usarla para el provecho propio a lo largo de su vida. Al ritmo actual de progreso e investigación, está claro que la tecnología del futuro será más fácil de usar, con mayores aplicaciones y ayuda en áreas adicionales y además estará disponible a menor costo.
Debido a la complejidad de la tecnología disponible, es importante que ésta sea adecuada para la habilidad del niño. La informática sólo es eficaz para el pequeño si corresponde a sus habilidades, así como a los objetivos y prioridades de este.
Mediante el uso de la informática se ponen en juego las siguientes habilidades:
Coordinación motora
- Variedad de movimientos
- Fuerza y resistencia
- Oprimir y soltar
- Movimiento consistente y seguro
Habilidades cognitivas y de lenguaje
- Causa-efecto
- Capacidad de atención (selectiva o constante)
- Permanencia de objetos
- Relación medios-fin
- Imitación
- Correspondencia uno a uno
- Conducta intencionada (deseo de comunicación)
- Representación simbólica (reconocimiento de imágenes)
- Respuestas «si» y «no» consistentes
- Comprensión de los comandos
- Habilidad para elegir
Habilidades visuales/de percepción
- Seguimiento y búsqueda
- Discriminación entre figura y fondo
- Diferenciación de formas
Habilidades sociales/emocionales
- Inicio y fin de interacciones
- Actuación por turnos (en el caso de más de un jugador)
- Atender a un objeto o persona
- Seguir instrucciones paso a paso
Se puede afirmar que, los niños que manejan juegos electrónicos a edades tempranas, no sólo pueden aprender tareas de reconocimiento de formas y colores, estrategias de solución de problemas o tener una mayor coordinación óculo-manual, sino que también pueden aprender a procesar la información más tempranamente. Además, muchos de estos juegos incluyen elementos de tipo perceptivo y deductivo, elementos espaciales, de atención selectiva y memoria, que son fundamentales para fomentar los requisitos básicos que necesitan para su formación.
Por otro lado, los juegos electrónicos implican un manejo activo de la fantasía, ya que esta tiene lugar cuando el niño se estimula con la situación del juego o los medios puestos a su alcance. Sin mencionar el dinamismo visual de las imágenes al que se suma la interactividad del juego. Esa posibilidad de interaccionar con la máquina es lo que proporciona un control del comportamiento que tiene gran importancia para cualquier tipo de aprendizaje.
Este tipo de juegos facilita una interacción con los adultos difícil de conseguir con otras actividades o juegos. El niño necesita la ayuda del adulto en muchas ocasiones y se especifican tareas que pueden hacer durante y después del juego, lo que le permite al adulto interaccionar con el niño, explicarle dudas, ampliar sus conocimientos comentándole curiosidades o pasar un rato agradable, y al niño le permite saber qué es la interacción social y las actividades que requieren el trabajo en colaboración con otras personas.
Fuente: http://waece.org/
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