20 Abr ¿Cómo es el desarrollo evolutivo de los niños hasta los 2 años?
Los dos primeros años de vida de un niño son un periodo de cambios en el que se determinará su manera de integrarse en la sociedad, sus valores, normas y actitudes. Por eso es tan importante que las familias conozcan a la perfección como será cada etapa del desarrollo evolutivo de los niños hasta los 2 años, porque solo identificando sus necesidades y sabiendo cuáles son sus posibilidades en cada momento, podrán ayudar a los pequeños en su crecimiento y adaptación a la vida. Desde Escuelas Infantiles Garden os contamos cómo es el desarrollo evolutivo de un niño en sus primeros dos años.
Desarrollo evolutivo de un niño por ámbitos
Con el objetivo de que podáis comprender mejor cada etapa de desarrollo evolutivo, vamos a profundizar en cada uno de los ámbitos en los que el niño experimentará grandes cambios desde su nacimiento hasta los 2 años.
Desarrollo motor
La progresión del desarrollo de los músculos de los peques dependerá de la maduración de las fibras nerviosas conectadas a ellos e irá alcanzándose progresivamente en los diferentes músculos del cuerpo. Los primeros en alcanzar esa madurez serán los músculos de la boca y ojos, mientras que habrá que esperar al cuarto trimestre para la madurez de «los últimos», que serán dedos, pies y piernas.
Los avances motores que aparecerán en primer lugar serán la capacidad de voltear y levantar el tórax y la cabeza estando boca a abajo. Se inicia así un progreso en el desarrollo motor que presenta la capacidad de agarrar objetos, mantenerse de pie con apoyo o empezar a caminar sin ayuda, entre los momentos más esperados por las familias, los cuáles llegarán a los 4, 8 y 14 meses, respectivamente.
Desarrollo intelectual
Los reflejos de los bebés al nacer, pueden considerarse el paso inicial en el desarrollo del intelecto. Aunque estaríamos hablando aún de acciones involuntarias, hasta ir poco a poco desarrollando la intencionalidad. El primer paso será imitar, el segundo improvisar y el tercero crear.
El desarrollo intelectual del niño comenzará con los primeros reflejos innatos, los cuáles empezarán a ser modificados por las experiencias medidas en las primeras semanas. La siguiente fase será la construcción de esquemas mentales y la adaptación de los ya adquiridos a las nuevas situaciones. Después, llegará la invención de nuevas conductas como consecuencia de la experimentación. Para llegar ya a la fase de las representaciones mentales de objetos sin estar presentes.
Desarrollo del lenguaje
Para el desarrollo del lenguaje será imprescindible establecer determinados vínculos afectivos con los adultos del entorno. Y aunque estos existan, en los primeros 6 meses solo se producirán risas y balbuceos que pasarán de ser automáticos e incontrolados a conscientes.
La imitación de los sonidos captados será constante a partir del segundo semestre, con la repetición de sonidos sin sentido. Pero no será hasta el primer año cuando el niño nos regale su tan esperada primera palabra, que suele ser aquella que le resulte más familiar. Y ya a partir de los 15 meses podrá empezar a formar sus primeras frases, llegando a los 2 años con una cantidad de vocabulario considerable, un uso de las palabras más lógico en cuanto al contexto y un ritmo aceptablemente fluido.
Desarrollo afectivo-social
La afectividad será fundamental en el desarrollo social del niño. Esto comienza en los primeros meses de vida con las relaciones de apego hacia la persona encargada de satisfacer las necesidades básicas del bebé.
A partir de los 4 meses, el niño empieza a expresar sus emociones más básicas, como la alegría o la tristeza, mientras que ya a los 8 hace aparición el miedo, especialmente cuando es separado de papá o mamá. Y no será hasta el año y medio que podamos ver los primeros rasgos de empatía hacia los sentimientos de otras personas.
Es importante señalar que el momento de mayor desarrollo de los niños se produce entre el primer y segundo año, etapa que por ello está indicada para la instauración de normas, hábitos y valores, ya que será el periodo en el que comenzarán a tener control sobre su comportamiento.
Todo lo explicado en este artículo variará en función del niño, por lo que no debe existir una preocupación excesiva de las familias ante una leve diferencia respecto a la evolución de otros niños, aunque sí una observación constante. A su vez, desde nuestra escuela infantil recomendamos consultar siempre con educadores y pediatras cualquier sospecha de un problema en el desarrollo de los peques, para tener así una opinión profesional y una mayor tranquilidad.
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